“El Pequeño Nicolás” (René Goscinny)

Se acerca del mes de julio y con ello las vacaciones de invierno, y por ello hemos decidido iniciar un periodo donde reseñaremos y recomendaremos libros para niños, para adolescentes, y por qué no, para adultos a quienes entusiasmen estas lecturas.

René Goscinny (París14 de agosto de 19265 de noviembre de 1977) fue un guionista y editor de historietas frandés y quizás uno de los autores franceses de mayor éxito mundial, con más de 500 millones de libros vendidos, traducidos a más de treinta idiomas. Padre de nuestros queridos galos Asterix y Obelix, escribió una serie de libros infantiles cuyo personaje principal es “El Pequeño Nicolás” que es también el nombre del primer libro de la saga y al cual nos referiremos hoy.

Publicado el año 1960 y genialmente ilustrado por Jean-Jacques Sempé, el libro nos introduce a Nicolás, un niño de siete u ocho años que nos narra él mismo sus aventuras a modo de viñetas o de historias cortas que no son continuas pero que ocurren todas en el mismo universo. Nicolás intenta ser obediente en clases y con sus padres, pero a veces las cosas se complican y no lo consigue ser debido a travesuras que hace con sus amigos del colegio Godofredo, María Eduvigis (“que es fantástica”), Eudes, Alcestes, Rufo, Clotario,  Agnan (“el primero de la clase y el ojito derecho de la maestra”) y varios otros.

Momentos como la fotografía de curso, una invitación a jugar a ser vaqueros, “hacer la cimarra”, la adquisición de una bicicleta nueva o la trágica entrega del boletín de notas escolares son contados con a través del punto de vista inocente de los niños, a menudo acaba exponiendo los absurdos y contradicciones del mundo adulto. A nuestro protagonista se le da mal la caligrafía y la aritmética, es el más pequeño de su clase y tiende a ser travieso, pero lo mueven valores como la amistad, el amor a sus padres y un curioso sentido de la justicia.

Un libro corto, sencillo, fácil de leer y escrito de manera sencilla, pero capaz de hacernos reír a carcajadas a grandes y chicos. Un libro que se puede releer cuantas veces se quiera y al que se puede volver de adulto. Esperamos que “El Pequeño Nicolás” sea un excelente compañero de aventuras para todos quienes se animen a leer sus aventuras.

 

Constanza Álvarez, abogada.