La reina Isabel II como ícono pop

El viernes 9 de abril a los 99 años falleció Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II poniendo fin a más de 70 años de matrimonio. Este fallecimiento para muchos comienza a marcar el fin de una era y nos hace plantearnos la duda ¿De que forma repercutirá la muerte de su consorte a Isabel en su salud? Ella ha mostrado signos de vitalidad tanto así, que la gran mayoría recordamos su aparición junto a personaje de James Bond, interpretado por Daniel Craig en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Pero aparte de su vida personal y múltiples turbulencias, su reinado excepcionalmente largo ha coincidido con el surgimiento de la cultura pop moderna. La Reina que este 21 de abril cumple 95 años es “la mujer más retratada de la historia”. Está en las monedas y billetes, y su perfil patricio es tan identificable que los sellos británicos son aparentemente los únicos en el mundo que no necesitan tener impreso el país de origen. El  libro Her Majesty, una obra fotográfica con imágenes inéditas que recorre los grandes momentos de la vida pública y privada de Isabel II. Desde posados monárquicos, pasando por instantáneas de su mayoría de edad durante la Segunda Guerra Mundial, con imágenes clásicas de su coronación, matrimonio y maternidad, e incluso incluyendo otras más desenfadadas con grandes iconos de la cultura pop como The Beatles, Marilyn Monroe o John F. Kennedy, Her Majesty recorre, como voyeur, los grandes momentos de Isabel II de Inglaterra.

En cuanto a sus representaciones irónicas le deben mucho al programa de televisión satírico de títeres de 1980, Spitting Image, que mostraba que la matriarca real era inusitadamente impaciente con sus súbditos, bostezando o incluso gritando mientras participaba en actos públicos. Esta tendencia menos que reverencial comenzó con el iconoclasta punk Jamie Reid, quien la mostró con un alfiler de seguridad en el labio. Los Sex Pistols lo contrataron para realizar las imágenes para la portada de su single de 1977 “God Save the Queen”. Lo que era sumamente rebelde entonces parece manso, incluso afectuoso ahora, una señal de cuán entrelazada está la monarquía con la imaginación popular británica. Casi cuatro décadas después, la portada de Sex Pistols se incluyó en una exposición del Jubileo de Diamante.

Isabel II, en sus años crepusculares, después de cumplir con su obligación de actuar como mecenas de los artistas e inspiración para la nación, la Reina está dispuesta a compartir su lado menos serio. Cuando la modista Angela Kelly sugirió una sesión de fotos más informal, Su Majestad estuvo de acuerdo y posó atrevidamente con las manos en sus bolsillos. Aunque en las paredes de Londres podemos verla como una sensual modelo en tacones altos, como la pintó el artista callejero Pegasus sobre la puerta de un bar en Islington. O con un rayo sobre su rostro, imitando a David Bowie, según el mural de Bansky en Bristol.

El pelo blanco, su bolso de mano, su perfil inmutable, son características inherentes a la Reina y reconocibles al instante por los muchas personas en el mundo. Si bien nunca se consideraría una aficionada al marketing, la notable monarca ha creado sin dudas una de las marcas personales más potentes.

Cristóbal Cifuentes, abogado.